Modesto pero influyente evento, empieza con mucho significado
Este evento cultural dedicado a la producción de cortometrajes de cine y celebrado en la Casa de la Cultura en Conil de la Frontera, ha sido su segunda edición con todo un programa de actividades. Presidido en su entrada por un photocall y una moqueta roja ferial, ha dado la bienvenida este pasado 24 y 25 de Mayo a una gran cantidad de público.
Organizado por la empresa Niñas Films y con el apoyo del Ayuntamiento y el Patronato de Turismo de Conil de la Frontera, ha sido creado con la finalidad de difundir y fomentar la cultura cinematográfica con creaciones de menos de 20 minutos por cineastas amateurs. Sin duda, apoyar a realizadores emergentes a través de la creación de un espacio tan potenciador como este, es la mejor forma de dar a conocer sus trabajos. De esta manera se fomenta la colaboración y la conexión entre profesionales de la propia industria.
Institucionalizando el acto con 25m2 de moqueta ferial roja, se ha querido visibilizar sin complejos la apertura y democratización de un acto que aunque pequeño lleva un alto contenido lleno de significado, apoyado en todo momento por mesas redondas y charlas para que los cinéfilos interesados en dar sus primeros pasos, puedan ganar experiencia con la crítica de otros profesionales del sector de la imagen, el sonido y por supuesto del feedback del que pueden retroalimentarse tras cada sesión.
De esta manera se impulsa desde las bases el cine amateur, expresión creativa y de aprendizaje que sirve para contribuir a la evolución del cine en general. Con esta sensacional idea, los cineastas en desarrollo pueden expresar sus ideas, compartir sus historias y mostrar sus habilidades sin las limitaciones y la exclusividad que los grandes presupuestos exigen en la primera línea de los festivales del cine.
A diferencia del cine profesional, el cine amateur, que a menudo se apoya en la expresión personal, es más propenso en sus inicios a explorar diferentes formas y estilos con una tendencia más abstracta y abierta, es decir, desde lo más experimental hasta llegar poco a poco a las etapas más convencionales y estructuradas, pero siempre anclándose desde unos principios fundamentales como eje.
En los eventos cinematográficos, así como en el teatral, el color rojo siempre ha actuado como referencia estandarizada y ha ido asociado siempre con emociones intensas y a veces con connotaciones negativas. En general, el rojo puede representar pasión, amor, pero también violencia, peligro, rabia, o ambición. En el caso de la moqueta ferial a pie del photocall como el del Festival de Cine Internacional de Conil de la Frontera, representa el glamur y la solemne característica que da la bienvenida a este tipo de eventos.