El yute es una planta herbácea que se cultiva en regiones tropicales por la calidad de sus fibras, mientras que el esparto es una planta más autóctona de nuestra tierra, principalmente del mediterráneo como Murcia, sur de España y norte de África. Tanto un material como otro son muy similares, se usan para la fabricación de alfombras, zapatos y persianas enrollables. El motivo es que aporta frescura en época de mucho calor, es ecológico 100% y es muy duradero.
Los beneficios de usar yute o un buen esparto bajo nuestros pies es sencillo de adivinar, nos aporta una pisada cómoda y estimulante, ya que favorece el riego sanguíneo si vamos descalzos sobre esta superficie. Aunque pueda parecer un poco caro en principio, a medio y largo plazo sale a cuenta comprar unan alfombra de yute o de esparto, porque son muy resistentes y no necesita mucho para estar limpias.
Otra de sus virtudes es que no acumulan microorganismos por no tener fibras tan densas, de esta forma ácaros y restos de polvo que llevan partículas perjudiciales para las personas y mascotas se aspiran en su totalidad sin quedar ninguna entre sus lazadas.
El apocado colorido de las alfombras de esparto se han hecho muy popular y a la vez son tendencia en la alta decoración impulsado por famosos interioristas españoles.
Antaño era muy típico encontrar largas esteras en muchos de nuestros pueblos blancos que se extendían desde la entrada de la casa hasta llegar al salón. Muchos de estos pueblos aún conservan este estilo decorativo, pero también hay grandes chalets y viviendas modernistas que combinan estancias de estilo ibicenco con alfombras de yute o de esparto. Pero hay quien prefiere un aire más contemporáneo y actual acompañando el color de una alfombra de yute con un teñido que haga juego con el mobiliario.
Las alfombras de esparto son de fácil limpieza y, por su estructura, el polvo cae siempre bajo la alfombra. Basta con levantarla y barrer debajo. Pueden colocarse también en el exterior, siempre en porches o terrazas cubiertas. Tiene un plus por su aporte ecológico y además no produce malos olores.
Los cestos, sogas, sandalias y serones de esparto son artesanía que viene de muy lejos, datados en el neolítico que se encontraron en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada) hasta nuestros días aún pervive esta tradición aunque en menor medida como un arte popular.
