Sencillamente no hay diferencia en la forma en que llamamos a las moquetas low cost, económicas o baratas, al final el resultado siempre será la de ofrecer un producto efímero a un precio que está marcado por los commodities. Es decir, la moqueta ferial o la utilizada para las bodas están fabricadas con polipropileno compactado de escasos 2 mm de espesor, un fieltro algo más grueso que los utilizados en las manualidades, sino que en este caso cuenta con cierta consistencia para ser usado como alfombra.
Si queremos abaratar demasiado este producto, resultará poco seguro a la hora de extenderse por el suelo sin que se formen arrugas o pliegues, de ahí que una moqueta para bodas segura en el momento de que los novios hagan el paseíllo al altar, cuente con cierto gramaje y ofrezca una mayor consistencia que un simple fieltro.
Para una boda todos los detalles cuentan a la hora de reducir los gastos, no solo la moqueta que ya de por sí se puede considerar un producto barato, también hay muchos tips que pueden ayudarte a reducir la factura final.
Lo cierto es que puede ser muy fácil caer en la tentación, pero si lo haces, prepárate para pagar grandes cantidades de dinero.
¡Pero atención!, que tengas un presupuesto cerrado y quieras una boda low cost, no significa que tengas que prescindir de una celebración original, simplemente tendrás que trabajártelo un poco más y dedicarle más tiempo, por supuesto ahorrándote para empezar los gastos de un wedding planner.
Uno de los aspectos a considerar para conseguir una boda low cost es elegir la fecha para vuestra boda, porque no es lo mismo casarse en verano que es temporada alta que en otoño-invierno, donde los hoteles tienen menor actividad y hacen ofertas y promociones.
Pero al margen de reducir el número de invitados o celebrar en vuestra localidad la boda, hay otra opción mucho más barata que contratar un paquete completo y es el alquiler de mobiliario y un espacio para organizarlo uno mismo. Es cuestión de echar cuentas y sopesar cuánto nos podemos ahorrar con esta opción.
Está claro que lo primero en lo que nos fijamos es en el número de invitados siendo la vía más directa para conseguir un ahorro significativo en tu boda es el de reducir el número de asistentes a la casi mínima expresión. La mínima, por supuesto, sois vosotros, los novios. A partir de ahí, la lista puede estirarse tanto como vuestra moqueta.
