Vitoria-Gasteiz es la capital del País Vasco, una ciudad con unos 230.000 habitantes y que cuenta con muchos atractivos para organizar una boda, además cuenta con espacios donde poder extender la alfombra roja que toda pareja desearía.
No son los lugares, son sus amaneceres y su encanto lo que hace a esta ciudad cosmopolita e industrial con el contraste del gótico de su Catedral de Santa María, un entorno que representa la plasticidad ibérica del siglo XIV para celebrar bodas y tener las mejores fotos para el recuerdo.
Un entorno donde la piedra habla de varias épocas pasadas, donde los novios podrán sentirse como reyes entre sus arcos, bóvedas y capillas. Como la mayoría de las catedrales, está formada por un conjunto de construcciones que fueron construidas en diversas épocas, tomando distintas referencias estéticas desde donde hacer maravillosas fotos para el recuerdo.
Enmarcar una boda con este majestuoso entorno representado por los siglos de la baja Edad Media tiene también su reflejo en el banquete, siendo habitual utilizar platos y vasos de barro; aunque, dependiendo de quién te organice la boda, también pueden ser hasta de madera.
Presidida la vajilla por grandes candelabros que iluminan un ambiente mesonero, donde no puede faltar una alfombra roja que encumbre la entrada de los novios.
Entre juglares y trovadores para recreo de todos, el banquete en un monasterio es un lugar perfecto también, no solo por su ubicación, sino también por ser un lugar histórico que tienen detrás muchos relatos, manteniendo su lado religioso.
Para que una celebración nupcial sea exitosa, tiene que tener una serie de servicios que hagan cómoda las horas que los invitados que pasen durante la comida, pero también tengan otros detalles como, como guardarropa, seguridad, parking privado, ornamentación y decoración de mesas, equipo de sonido y megafonía u organización de protocolo.
El coste de una boda medieval en entre los gastos de la iglesia y el banquete pueden suponer en algunos casos una suma importante, sobre todo si elegimos una ciudad histórica como Vitoria y los novios son de otra provincia alejada, lo que hará tener en cuenta las estancias o pernoctaciones.
Podríamos decir que el desplazarse a otra provincia o comunidad autónoma para celebrar una boda, que sería hacer turismo de bodas.
