A pesar de que las celebraciones de bodas han variado su formato de grandes y multitudinarias fiestas a pequeñas reuniones más bien familiares, el hecho es que comprar moqueta para bodas a buen precio sigue siendo una constante gracias a que es un producto no perecedero.
Además de su buen precio, la moqueta para boda no precisa de muchos metros, ya que suele utilizarse en el pasillo de la iglesia o en la entrada del salón del banquete.
La moqueta para boda hoy día ha cambiado bastante, en relación a los grandes alfombrados clásicos y pesados que se colocaban, éstas son una continuación de la moqueta ferial pero con un ancho menor.
La textura de una moqueta para boda es compacta y su fabricación persigue el objetivo de un uso temporal, siendo aprovechable por ambas caras.
La ventaja de comprar moqueta para bodas en poca cantidad es que los portes suelen ser económicos por el bajo cubicaje y peso de este producto, ya que no es lo mismo comprar un rollo completo que unos metros al corte.
Por su producción en masa y en continuo con fibras cortas recicladas en polipropileno, hacen de la moqueta para bodas un producto muy usado en la decoración tanto en interiores como en exteriores.
Durante el pasado año ha sido un elemento indispensable en cualquier gran evento nupcial y en grandes exposiciones relacionadas con este mismo tema, utilizándose para ello miles y miles de metros cuadrados de moquetas para adornar tanto stands feriales como pasarelas de la moda.
Al comprar una moqueta para bodas podemos tener la tranquilidad de que tienen un tratamiento ignífugo Bfsl1, al menos es la categoría que debemos exigir a la hora de adquirir una moqueta para colocar en un espacio cerrado donde se van a dar cita cierto número de personas.
Con ello se garantiza que en caso de incendio la moqueta no será precursora del aumento de la llama en ningún momento.
Sea cual sea el decorado que hayas elegido para tu boda, en moquetas siempre hay un variado surtido de colores donde elegir, desde los rojos más intensos y espectaculares, al blanco tradicional, pasando por los colores más innovadores como el naranja, verde o fucsia, sin olvidar nunca los tonos pastel para suavizar sutilmente el ambiente y dando protagonismo a los novios.