Si estás pensando en organizar una boda, no puedes olvidarte de las alfombras blancas, especialmente aquellas que se usan para eventos de corta duración.
En el mundo de los eventos las alfombras o también como usualmente se suelen llamar «moquetas», se han diseñado para una instalación rápida y sencilla, con un sistema de fijación adhesiva de doble cara, proporcionando una estabilidad firme sin que se produzcan pliegues o arrugas. Esto evitará siempre que cualquier persona pise en falso y se caiga.
Cuando se trata de una boda, las alfombras blancas han sido siempre las más utilizadas, aunque con el paso del tiempo han ido introduciéndose otros colores más llamativos. Estos cambios se deben a las continuas tendencias que los Wendding Planner han fomentado para dar respuesta a nuevos estilos, pero también no solo los colores, los propios fabricantes de alfombras para bodas han puesto en disposición de los organizadores e instaladores nuevos formatos con otras calidades donde elegir.
La calidad de las alfombras para bodas son las mismas que las utilizadas en los eventos feriales, aunque hay celebraciones de este tipo que recurren a las alfombras clásicas que tienen mayor grosor y con un tupido ornamento floral, caracterizándose por sus bordes ribeteados.
Este tipo de alfombrados más tradicionales se han usado siempre en grandes bodas de ilustres personajes, pero con el paso del tiempo las alfombras de colores lisos han ganado terreno en la decoración de bodas con temáticas más llamativas y urbanitas.
A pesar de la neutralidad del color blanco, cuando se coloca una alfombra de este color en una boda siempre se abre todo un abanico de posibilidades a su alrededor, pudiéndose combinar todo tipo de elementos decorativos como complementos.
Su bajo coste sigue resultando muy atractivo en relación a la función que presta en este tipo de eventos y otros, al contrario, gracias a la composición de sus fibras compactas, textura y a la metodología de fabricación soportan un uso continuado e intenso, ya que la mayoría de los eventos que se organizan suelen acoger a un importante número de visitantes.
En cuanto a colores, el blanco sigue siendo el único que puede utilizar la novia, quedando prohibido por protocolo tácito para el resto de invitados. Tampoco se puede usar colores histriónicos o exagerados, como el rojo pasión, pues distrairía la propia atención hacia los novios. Lo normal es que los invitados y parte de la decoración se usen colores apastelados o suaves.